¿Por qué te has alejado , dejando el fuego vivo;
encendiste la pradera, luego huyes, yo quiero huir contigo.
no fuiste leal, ni noble, ni justa, ¡o fue un castigo!
por lo menos me hubieras dejado ser tu amigo.
Desde “el renunciaré”, te busco como un loco,
repaso una y mil veces los espacios que afloran;
pero no estas allí, me niegas tu presencia
y enjugo sendas lágrimas , de mis ojos que lloran.
Más, seguiré de andante por el mismo camino,
esperaré que tiene para mi, mi destino,
seguiré por la senda tortuosa de la vida
te seguiré los pasos para leer tu prosa
te imaginaré radiante, como una linda rosa
o te brindaré auxilio, como gaviota herida….
miércoles, 4 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Gracias le doy por permitirme ser una seguidora de su blog, sabe Sr. Luis, cuando me pongo a leer sus paesías, siento un gran sentimiento imposible de explicar, cada una me llena cada espacio que tengo vacio y me ayudan a reflexionar. Preciosa porque la gaviota herida soy yo.
ResponderEliminar